Barros: cómo evitar la tentación de reventarlos

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¡No te revientes el grano!

Regla de oro para combatir el acné. Tu mamá, el dermatólogo y muchos más te van a recomendar esto para solucionar tu problema.

Parece tan sencillo, no pincharse la cara y listo, dejar que el barro se seque solito y deje la cara limpia. ¡Pero NO! Las ganas de reventar el grano son irrefrenables, producen un extraño placer del cual luego nos arrepentimos cuando vemos nuestra cara marcada por la cicatriz dejada por el grano reventado.

Para evitar la tentación de reventar los barros, te propongo lo siguiente:



Toma conciencia de las consecuencias de reventarte los barros: al reventarte los barros, éstos van a sangrar y dejar una cicatriz. Además, con esto fomentas la formación demás granos en tu cara.
Mira estas fotos para que te des cuenta del daño de las consecuencias que tienen que afrontar en la adultez las personas que en adolescencia vivían reventándose los granos y espinillas.

Manchas de acné

Cicatrices profundas dejadas por el acné

Cubre los barros: cuando elijas maquillaje te recomiendo que evites los que tienen sustancias oleaginosas para evitar que formen comedones. Cúbrete los barros cuando salgas y en casa, anda con la cara lavada para que los poros respiren.

Mantén tus manos ocupadas y alejadas de la cara: ten a la mano esas pelotas antiestrés, una bolsa de espuma o cualquier otro objeto que te provoque coger para que no te toques la piel. En los momentos de ociosidad, juega con tu celular o cualquier otro objeto manual.

Si estás en la computadora, mantén tus manos en el teclado o el mouse. El teclado y el mouse son dos de los objetos más sucios que hay en casa o en una oficina. Polvo, restos de comida, la grasa de los dedos y demás tipos de suciedad pueden infectar tu piel.

Deja de mirarte en el espejo: cuanto más te miras en el espejo, más ganas te van a dar de reventarte los barros.  

Usa guantes: ahora que empieza el otoño en algunos países, a ponerse guantes para evitar las ganas de tocarse la cara con las manos sucias. 

Si bien reventarse los barros es un atentado contra tu cara, en algunos casos sí es conveniente hacerlo, pero de la manera correcta, como te lo explicaré en un próximo post.