Además de realizar tu rutina diaria de cuidado de la piel con buenos productos cosméticos, tu piel necesita de unos pequeños trucos si deseas ver cambios notorios en poco tiempo.
Gracias al masaje facial se pueden atenuar las arrugas y líneas de expresión y estimula la circulación, que resulta en un mayor brillo y nutrición de la piel.
Si tu piel es seca, hazte los masajes con aceite de oliva, sésamo o almendras. Para una piel sensible, es mejor el aceite de girasol.
El masaje facial consiste en mover tu dedo medo en sentido horario durante 20 a 30 segundos en estos puntos del rostro:
- Centro del mentón y esquinas de la boca
- El hueso entre la nariz y el labio superior.
- Las esquinas externas de la nariz, donde de dilatan las fosas nasales.
- El centro de los pómulos
- Las sienes y la frente, entre las cejas, también llamado “tercer ojo”.
Para las partes más delicadas de tu rostro, utiliza la presión de las yemas de tus dedos para obtener el mismo resultado. Con tus pulgares, presiona hacia arriba en las esquinas interiores de las cejas, a la altura del puente de la nariz.
Luego desplázate hacia los párpados inferiores, arriba de los pómulos. Para terminar, pellizca tus cejas con el pulgar y el índice, desde adentro hacia afuera.
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