Para un rostro terso sin cirugía ni Bótox, existe un tratamiento llamada drenaje linfático manual que rejuvenece los músculos faciales con un resultado natural. Nada de caras tiesas o muy estiradas.
Para entender qué es un drenaje linfático primero hay que entender el rol de la linfa en el organismo.
Este líquido blanco, existe casi en la misma proporción que la sangre. Se encarga de filtrar las grasas, las bacterias y otras sustancias indeseadas del organismo. Pero también transporta los glóbulos blancos de la sangre.
La linfa se almacena en nodos a través del organismo. Estos nodos filtran la linfa, que luego regresa al torrente sanguíneo. Cuando la linfa se acumula o es bloqueada en algunas zonas, te empiezas a sentir cansada y quedas vulnerable a distintas enfermedades. Por tanto, es necesario estimular estos nodos.
El drenaje linfático facial estimula los nodos linfáticos de la cara, eliminando la acumulación de líquidos con desechos. Esto resulta en una piel más limpia y tersa.
Este tratamiento consiste en presiones y masajes circulares. Se combinan técnicas de presión con los dedos del Shiatsu con las de relajación del masaje sueco. No se usan cremas ni lociones, a lo sumo un poco de talco si la piel está muy húmeda.
Un importante beneficio del drenaje fácil es que reduce la hinchazón del rostro, te deja con el rostro rejuvenecido, con arrugas atenuadas. Asimismo, es muy efectivo en el tratamiento de la sinusitis.
Este masaje puede realizarse hasta tres veces por semana, pero solo por manos de profesionales, de lo contrario, puede provocar efectos indeseados.
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