Un baño relajante es una de las mejores maneras de mimar tu cuerpo: exfolia la piel, relaja los músculos y te libera del estrés. Bastan una gotitas de aceites esenciales para convertir un baño común es una experiencia cuerpo y mente, en casita, sin gastar en el spa.
Vas a la tienda de aromaterapia y te encuentras con una infinidad de botellitas con nombres exóticos… ¿cuáles de ellas elegir? Pues son las propiedades de sus componente y no las fragancias las que debes tener en cuenta.
Rosa: el aceite de rosas tiene un efecto calmante, ayuda a calmar la ansiedad y la tensión, y a levantar el ánimo. Cualquier tipo de piel, incluso las más sensibles pueden beneficiarse con él.
Sándalo: Todos los aceites que provienen de árboles son tranquilizantes. Muchas personas prefieren usarlo solo que combinado con otros aceites.
Neroli: También conocido como aceite de flor de naranja. Es ideal para invierno, te levanta ese ánimo bajetón de los días fríos. Reduce la ansiedad y te ayuda a dormir mejor.
Lavanda: Es la quintaesencia de los aceites esenciales. Es ideal para un baño nocturno, te ayuda a tratar el insomnio. Asimismo, ayuda a relajar y mejorar la piel estresada y maltratada. ¡Date un buen remojón!
Vetiver: En India lo conocen como el aceite de la tranquilidad. Ayuda a humectar la piel seca. ¿Trabajas en un ambiente con aire acondicionado? Entonces, este es tu aceite.
Ylang Ylang o Jazmín: Son aceites estimulantes y afrodisiacos. Combinados, son beneficiosos para la piel seca.
Para preparar un buen baño, debes esperar que el agua de la bañera esté templada. Nunca te metas cuando el agua esté muy caliente, es malo para la piel, la despojan de sus aceites naturales y evaporan los aceites muy rápido.
En una taza de leche entera o unas cucharadas de aceite de oliva, agrega unas gotas de aceite o de una combinación de aceites. Revuelve el agua para que la preparación se integre bien. Si tienes dolores musculares, combina los aceites con sal de Epsom o sal inglesa.
Fíjate en las etiquetas que los aceites sean 100% puros y de grado terapéutico.
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