Desde enfermedades hasta uñas desfiguradas, una mala manicure puede poner en serio riesgo la salud (hongos, infecciones, etc.) y apariencia de tus uñas.
Las ofertas y paquetes especiales que ofrecen algunos centros de manicure son muy atractivos, pero son las condiciones de higiene y la experiencia de la manicurista lo más importante.
Estos centros abundan por montón y los hay de todos los precios, ¿pero cuántos de ellos ofrecen en verdad un buen servicio?
Presta atención si la manicurista realiza algunas de estas acciones riesgosas:
Sus utensilios no están limpios
Las manicuristas suelen tener unos esterilizadores UV donde colocan sus utensilios para desinfectarlos. Pero eso no es suficiente. Estos aparatos funcionan bien si antes se les quita la suciedad a los utensilios con un producto desinfectante adecuado.
Las limas son artículos difíciles de desinfectar por lo que se recomienda que sean desechables. Una lima para cada cliente.
Lima las uñas con mucha fuerza
Las uñas de las manos se liman en una sola dirección con una lima fina. Limarlas con fuerza de adelante hacia atrás puede hacer que el borde de adelante se abra y se pele.
No realiza todos los pasos
Algunas manicuristas están tan apuradas por atender al próximo cliente, que se olvidan de pasos tan importantes como colocar la capa base. Si te pintas con un esmalte rojo u obscuro, hay el riesgo que el pigmento se quede en tus uñas.
Hidratar las cutículas con crema o aceite es muy importante, así se evita la formación de los padrastros. Tú también debes hacer tu parte e hidratarlas continuamente en casa.
Intenta cortarte las cutículas
Las cutículas se empujan con el palito de naranjo y se retira los restos de tejido muerto que sobran, no hay por qué cortarlas. Las cutículas son importantes para proteger el leche de la uña.
Espero tengas estos puntos en mente la próxima vez que te vayas a hacer las uñas para que quedes satisfecha y segura con el resultado.
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