No envejecer es imposible. Todos envejecemos, es la ley de la vida. Pero la cuestión está en no envejecer antes de tiempo. Ya sabemos que las personas con una vida desordenada son las primeras a las que el tiempo pasa factura.
No obstante, existen algunas reglas de oro que pueden permitirte retrasar el envejecimiento. Nada de cirugías, cremas ni ‘fórmulas mágicas’ que te hacen gastar dinero.
Mantente en tu peso ideal: estar muy flaca no es estar bonita, la cara se te chupa, la piel pierde su elasticidad y empiezan a aparecer las arrugas. ¡No te pases de la raya con la dieta!
No te frotes los ojos: la piel alrededor de los ojos es muy fina y delicada, no la jales ni la frotes, sino aparecen las patas de gallo.
Duerme bien: la piel se renueva durante la noche, su pH y circulación cambian, lo que permite que los productos de belleza penetren mejor. Acuéstate temprano y evita las malas noches.
No duermas de costado (no toda la noche por lo menos): la postura fetal es muy cómoda pero no es muy beneficiosa para la piel. Dormir boca abajo es peor. Presionar tu cara contra la almohada varias horas seguidas promueve la formación arrugas.
No uses pajillas: el beber tus sodas y refrescas procura usar pajillas lo menos posible, hace que salgan arrugas alrededor de la boca.
Relájate: el estrés libera una hormona llamada cortisol que rompe el colágeno de la piel, lo que produce inflamación, flacidez y arrugas.
Usa bloqueador: muchos productos de maquillaje tienen protección UVB, pero no protegen contra los rayos UVA que producen las líneas de expresión, manchas oscuras, agrandan los poros y sequedad. No te quedes solo con el maquillaje, usa tu bloqueador (incluso en invierno).
Ponte gafas de sol: además de los gestos exagerados, no estar bien protegida contra el sol destruye el colágeno de la piel alrededor de los ojos y produce manchas en al piel. Bloqueador más gafas, y estarás bien protegida.
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