Existen todo tipo de mascarillas. Quizá con algunas no hayas obtenido el resultado esperado, y sabes por qué: porque no son para tu tipo de piel.
Hay ingredientes que favorecen la formación de grasa, otros que resecan la piel, otros muy abrasivos. Hay ingredientes que son extraños y que no te vas a tomar la molestia de buscar.
Por eso, aquí te doy soluciones baratas, accesibles y, sobre todo, destinadas para tu piel.
Mascarillas para piel grasosa/con acné
Mascarilla de plátano: aplasta un plátano bien maduro y añade una cucharada de miel. Agrega unas gotas de jugo de naranja o de limón. Es súper suave y no reseca la piel.
Tratamiento con aspirina: tritura dos o tres aspirinas –según cuantos brotes tengas- y agrégales una gotita de agua. Añade un poquito de miel tibia o de un aceite natural (de oliva o coco).
No gas esto si tu piel es muy grasosa y/o tiene demasiado acné, podría empeorarlo.
Mascarilla desayuno: una yema de huevo, una cucharada de miel y otra de aceite de oliva, y media taza de avena. Déjala actuar por 15 minutos.
Mascarillas para piel seca
Mascarilla de palta/aguacate: tritura media plata con ¼ de taza de miel. Evita esta mascarilla si tienes alguna erupción o cuando tengas una salida importante.
Mascarilla de crema de leche: mezcla una cucharada de crema de leche con un gramo de bicarbonato de sodio, y una cucharada de miel.
Esta mascarilla contiene vitaminas, ácidos grasos y azúcares. Sus efectos son casi inmediatos.
Mascarilla exfoliante: la piel seca logra mayor hidratación cuando recibe una buena exfoliación. Mezcla un poco de azúcar –blanca o rubia- con un poco de agua y de aceite de oliva.
Masajes tu rostro suavemente con esta mezcla. Retira con agua tibia. Échate una crema humectante. Si sientes la cara muy grasosa, rocía un tu rostro agua de rosas.
Mascarillas para pieles mixta y sensible
Mascarilla de rosas: el agua de rosas es un gran tónico facial. Combina dos cucharadas de esta agua con una de yogur natural y de miel tibia. Mezcla todo y, si deseas, aplícate en el rostro pétalos de rosas.
Mascarilla de avena: una taza de yogur natural con media taza de avena hacen una mascarilla muy suave y reconfortante. Si no tienes yogur natural, pueden servirte las claras de huevo.
Retira esta mascarilla con agua y con una toalla vaporizada (humedécela, estrújala para que no gotee y colócala en el microondas por unos segundos) cubre tu cara.
Unas mascarillas muy interesantes, yo tengo la piel mixta así que la de avena o de agua de rosas me irá estupenda! Deberíamos apostar más por este tipo de productos naturales!
ResponderBorrarUn saludo,
Sara