Además de hacerte la pedicura con cierta frecuencia, a diario tus pies requieren ciertos mimos, tales como:
Para evitar la sequedad
Masajea tus pies con una crema con lanolina, ingrediente común de las cremas que se obtiene de las ovejas, en el arco, las suelas, los talones, el empeine y alrededor de las uñas.
Para eliminar las durezas
Antes de usar una piedra pómez o una lija para remover los callos, remoja los pies en agua tibia antes por 5 minutos. Aplícate la crema para pies después.
Para evitar uñas encarnadas
Las uñas que crecen hacia dentro duelen mucho, pero se pueden evitar fácilmente: córtate las uñas rectas y cuadradas, no en los bordes.
Para reducir la hinchazón de pies
Introduce tus pies en agua caliente -¡no hirviendo, por supuesto!- por 3 minutos, y luego mételos en agua fría por 1 minuto. Realiza este intercambio por un total de 15 minutos.
Para tener pies suaves
Exfolia tus talones con un pedazo de cáscara fresca de kiwi o piña por unos 5 minutos. Enjuaga, seca y humecta tus pies.
Para pies cansados
Al llegar del trabajo, quítate las medias y los zapatos, y coloca ambas manos debajo del arco, presiona con firmeza y jalo los pies hacia arriba.
Para evitar los hongos
Mantén tus pies secos y limpios. Quítate las medias al legar a casa del trabajo o del gimnasio para que respiren. En la ducha, sobre todo si es pública, utiliza sandalias personales.
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