Masajes antiarrugas: paso a paso

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Fáciles y baratos, los masajes faciales son efectivos para evitar las arrugas. Los masajes antiarrugas, realizados con la técnica correcta, estimulan los tejidos de la piel sin causar tensión, estrés e irritación.

El envejecimiento inevitable, pero podemos retrasarlo y atenuar sus efectos gracias a estos masajes antiarrugas que ayudan a reducir el exceso de grasa en la cara, tonifican los tejidos y músculos de la cara, aumentan la circulación de sangre y la hidratación en la piel, y reducen el estrés.

Cómo hacer masajes faciales antiarrugas

Antes de empezar

• Remueve el maquillaje y cualquier rastro de suciedad de tu piel.
• Lávate bien las manos.

Elementos que necesitas

• Crema humectante para tu tipo de piel.
•  Rodajas de algodón.

Hora

• Antes de irte a dormir, mejor si es después de una ducha o baño tibio que abre los poros y relaja la piel.
• Si haces los masajes en la mañana, evita maquillarte en las siguientes 3 y 4 horas.

Paso 1

Frota con las yemas de los dedos un poco de la crema facial para que se entibie.

Paso 2

Coloca los dedos en la frente y deslízalos suavemente hasta la línea del mentón. Repite 2 a 3 veces, incrementando la presión cada vez.

Paso 3

Desliza los dedos de cada mano hacia el respectivo costado, hasta las sienes, ahí realiza pequeños masajes circulares. Puedes usar las puntas o las yemas de los dedos.  Varía la velocidad y la presión.  No debes sentir dolor.

Paso 4

Aprieta suavemente la línea de la mandíbula. Luego, desliza tus dedos hasta las sienes, haz círculos allí.

Paso 5

Haz círculos pequeños en el borde de tus cejas y pómulos, termina deslizando desde la frente hasta las sienes, y más masajes circulares.

Paso 6

Masajea tu cuero cabelludo –hello, ¡también  es piel-  como si te estuvieras lavando el pelo.  Aprieta cada lado de la parte posterior del cuello con la mano contraria.

Paso 7

Frotas tus manos y cólocalas con suavidd sobre tus ojos, respira profundo 3 veces. Bebe un vaso con agua y relaaaaax.....

Recuerda: toma respiros lentos y profundos a lo largo de la rutina, el oxígeno ayuda a relajar los músculos.