Del siglo pasado son los tratamientos para la cara que te estiraba la piel y terminabas como máscara. Ahora, rejuvenecer el rostro es posible sin cirugía, con mínimo dolor y resultados muy naturales.
El tratamiento para la cara más popular es sin duda el Bótox. Tiene un primo llamado Dysport, que también contiene la famosa bacteria del botulismo que tiene la propiedad de relajar los músculos de la cara, y así desaparecer patas de gallo, ceños marcados y demás surcos en la cara.