Toda depilación duele…y mucho, sobre todo en la zona íntima donde la piel es muy delicada y el vello más grueso. Siempre va a doler, pero con cierta preparación podemos evitar las típicas escenas de dolor y desesperación.
En primer lugar, es mejor que la depilación, sobre todo la íntima, la haga una profesional para que el dolor sea menor y los resultados los mejores.
Procura depilarte con cierta frecuencia, pasado mucho tiempo duele mucho más. Hablo por experiencia….
Prepara el vello. Córtalo primero tú, hasta 1 cm mínimo de largo para que pueda salir mejor y con menos dolor. Cuando el vello es muy corto no se adhiere del todo a la cera.
Si bien la depilación con bandas de cera es más rápida, y por tanto, parecería que fuera menos dolorosa, no solo jala el vello sino también la piel. La depilación con cera convencional en este sentido, es mejor.
Tómate una pastilla de ibuprofeno por lo menso 30 minutos antes de la depilación, es un conocido antiinflamatorio. Lo venden en cualquier farmacia.
Tose. Finge toser, esto te distraerá mientras te retiran los vellos. Si te parece que fingir la tos es muy extraño, aguanta la respiración cuanto están tirando del vello. Luego, retoma la respiración pausada y profunda para calmar esos nervios.
Y por último, relájate y no sientas vergüenza. La esteticista conoce su trabajo.
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