Muchas de nosotras nos cuidamos la piel, o por lo menos lo intentamos. Pero a pesar de este esfuerzo, notamos que no salen manchas, espinillas y arruguitas. ¿A qué se debe esto? ¿Qué no estamos haciendo bien?
Puede ser que a nivel cosmético tu rutina sea la adecuada: te limpias, te tonificas y te hidratas, pero quizás desconozcas que tienes que proteger tu piel de los grandes enemigos que, estoy segura, te sorprenderá descubrir.
Saltarse las comidas: ¡Atención a quienes hacen esas dietas rápidas! Es malísimo para el metabolismo y la piel. Contribuye a la sequedad y al envejecimiento prematuro de la piel.
Come más alimentos ricos en vitaminas A (leche, huevos, zanahorias, melones, melocotones, albaricoques, etc.), C (todos los cítricos) y E (aguacate, aceite de olida, cereales, etc.).
El cloro de la piscina: Nadar es muy rico y saludable para el cuerpo, pero el cloro reseca la piel terriblemente. Así es que amigos nadadores, después de un chapuzón lo recomendable es que se bañen con un jabón de ph neutro y se apliquen una leche hidratante en todo el cuerpo.
El celular: Las pantallas de los celulares son asquerosas. En verdad lo son. Esa película de grasa en ellas está llena de bacterias que ingresan a tus poros cada vez que hablas por el celu.
Desinfecta tu celular seguido. Le harás un gran favor a tu piel. Hay toallitas desinfectantes que son prácticas y no dañan tu cel.
La falta de sueño: La piel se regenera durante la noche, por eso, cuando te levantas luego de una mala noche notarás tu piel con menos brillo, los poros dilatados, ojeras, bolsas y las líneas de expresión más acentuadas.
Dormir con maquillaje: ¡Terrible! Obstruye los poros. Dormir con rímel es fatal, maltrata las pestañas, hace que se caigan. Siempre hay que desmaquillarse, siempre. Hay productos especiales para esta rutina.
El exceso de maquillaje: Sé que a muchas no les agrada la idea de salir a la calle con la cara lavada, pero así como el cuerpo, la piel también necesita un break. El fin de semana es la mejor oportunidad. Eso sí, nunca dejes de realizar los tres pasos básicos del cuidado de la piel.
Tomar mucho café: Como es un poderoso diurético, aumenta la secreción urinaria, lo que facilita la deshidratación y sequedad de la piel. Lo mejor es el agua. Los jugos naturales de cítrico también son excelentes.
Si no puedes vivir sin tu café, procura beber agua después de tu taza de café.
El agua caliente: Debilita la capa hidrolípida de la piel que la protege de las agresiones externas. Lo mejor para contrarrestar el efecto del agua caliente es darse un breve duchazo con agua fría. Es genial contra la celulitis.
Los productos para el pelo: Recuerda que son productos químicos, por tanto, protege tu cara cada vez que te los apliques.
La comida salada: ¿Muchas papitas fritas últimamente? El sodio deshidrata la piel. La reseca. Por tanto, evita comer tantos alimentos salados y cuida de preparar la comida con un mínimo de sal.
Sábanas y fundas sucias: Durante la noche la piel se regenera, y las células muertas se filtran en los tejidos de las sábanas y fundas, junto con las toxinas y bacterias.
Por eso, es bueno cambiar la ropa de cama cada dos semanas y limpiarse bien el rostro antes de dormir al levantarse.
Por eso, es bueno cambiar la ropa de cama cada dos semanas y limpiarse bien el rostro antes de dormir al levantarse.
Otro enemigos de la piel, que todos los saben, pero es bueno recordar son el estrés y la mala costumbre de reventarse los granos.
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