Para tener unas piernas hermosas, además de cuidarlas por fuera hay que cuidarlas por dentro. Con mayor razón si tienes historial de problemas circulatorios. ¿Tu mamá o abuela sufren de várices, celulitis o edemas?
Cuando somos jóvenes lo que más nos preocupa es lo externo: piernas bien formadas, bronceadas y lampiñas. ¡Qué pesado es tener que estar pendiente del crecimiento del vello!, ¿no?