Las mujeres que trabajan en oficina necesitan un cuidado de la piel especial. Aunque estar sentada frente a la computadora parece una actividad ‘inofensiva’, en realidad favorece el envejecimiento prematuro.
Pasar horas mirando al monitor entornando los ojos, exponerse al aire acondicionado, tener un escritorio cercano a la ventana o tener un trabajo muy estresante favorece la aparición de líneas de expresión, a la pérdida de lozanía, y en algunos casos, empeora problemas de la piel como el acné.