Hoy en día borrar un tatuaje es posible gracias a tres técnicas básicas: retirar el pedazo de piel tatuada, la dermabrasión que consiste en utilizar un instrumento abrasivo en la piel tatuada, y el láser.
El láser es la técnica más usada para eliminar tatuajes porque permite obtener buenos resultados con menos daño para la piel. Existen cremas para borrar tatuajes, pero no está comprobado que funcionen.