Esas pequeñas líneas de expresión que comienzan a aparecer a mediados de la segunda décadas se pueden aminorar e incluso eliminar con técnicas sencillas que no requieren de un bisturí, tales como:
Ejercitar tu cara
La piel de tu cara necesita ponerse en forma. Algo tan anodino como abrir bien la boca, levantar la cara o pellizcar tus cejas puede resultar en un rostro más torso.