La
exfoliación es el paso número 1 en tu rutina diaria de cuidado de la piel, ¿no es así? Exfoliarte remueve las células muertas de tu piel y la deja súper suave y más clara. La exfoliación ayuda a que los ingredientes de los productos para el cuidado de la piel sean bien absorbidos.
Existen dos formas de exfoliar la piel: la exfoliación natural o casera que utiliza gránulos pequeños como el azúcar, las semillas, entre otros, que “raspan” la piel. La exfoliación química que utiliza sustancias como el alfahidroxiácido (AHA) y el betahidroxiácido (BHA) que “afloja” las células de la piel para que luego se desprendan.