Que se te derrita el maquillaje es uno de los peores accidentes –y momentos más embarazosos que una pueda tener- y durante la temporada de calor y con la grasa natural del cutis, uff... casi inevitable.
No te preocupes, la clave no está en gastar medio sueldo en ningún producto carísimo, aunque ganas mucho en evitar cosméticos baratos, sino en utilizar bien los productos que ya tienes.