Exfoliar la piel es bueno y necesario para eliminar la suciedad y la acumulación de células muertas que impide la eficiente renovación de la piel, dejándola opaca y áspera.
Es recomendable exfoliarse de una a dos veces por semana. Utiliza productos especiales para ellos, como los scrubs, las esponjas o guantes exfoliantes, o productos con gránulos muy pequeños y suaves. Evita los productos “tipo lija” que maltratan la piel.
La exfoliación se realiza con movimientos circulares suaves por 30 segundos. Luego, hay que enjuagar la zona.
Cuando te exfolias demasiado fuerte y/o muy seguido, estás eliminando la humectación y los aceites naturales que protegen la piel.
Signos de que te exfolias demasiado
Tu piel se siente tirante después de lavarte: usaste mucho producto limpiador o éste es muy fuerte para tu piel.
- Erupciones o sarpullido: Los productos que penetran la piel, como los bloqueadores, traspasan la barrera protectora de la piel si te exfolias mucho.
- Acné: Lavarse la piel más de dos veces al día no es bueno, sobre todo si tienes acné. Al quedarse sin grasa, las glándulas sebáceas se activan y empiezan a producir más grasa.
- Dermatitis seborreica: La piel se descama cerca del cuero cabelludo y en la zona T (frente y nariz).
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